En los nuevos tiempos del marketing nos dicen que hay que adoptar una orientación hacia el cliente, que hay que enfocarse en sus necesidades para averiguar cómo podemos satisfacerlas de una forma más efectiva. Ya no vale con salir a la calle, con tu producto en un maletín, y dedicarte a pregonar sus virtudes. Tienes que hacer que el cliente sienta su producto como suyo.
Nagore Ardanza, fundadora de IDOKI, tiene muy presentes las demandas del marketing actual y ha mostrado cómo la innovación puede ser también aplicada a sectores aparentemente estancados como el de la cosmética. Su nueva línea de producto, IDOSKIN, tiene en la personalización su principal baza para triunfar. A través de un examen gratuito y realizado por personal experto, se establecen las características de cada piel (hidratación, grasa, elasticidad, pigmentación…) y se realiza un diagnóstico de su estado, a partir del cual se elabora una crema totalmente personalizada en el laboratorio de IDOKI.
Nagore participa en CEBEK Emprende con el objetivo de nutrirse del conocimiento de grandes profesionales en distintos campos, pero también con la vocación de aportar su propia visión y experiencia en áreas como la innovación o el marketing personalizado, pues CEBEK Emprende nace con una orientación participativa y el objetivo de que todos puedan aprender de todos.
Nagore, ¿cuáles son los valores que definen a IDOKI?
Excelencia, equilibrio y sostenibilidad. Nuestro eslogan lo dice todo “en estado puro”. Tratamos de hacer siempre las cosas bien, con respuestas coherentes para el bienestar y la salud y convencidos de que la investigación con tecnologías limpias y el respeto al medioambiente son claves para situarse a la vanguardia de la innovación.
¿Qué necesidad del mercado viene a cubrir la línea IDOSKIN?
Hay muchas cremas en el mercado, tantas que a veces el público se vuelve loco a la hora de elegir. Al final lo que haces es probar productos diferentes cada vez sin saber exactamente si se adecúan a tu piel o no. Por eso en IDOKI hemos optado por hacer un esfuerzo extra para que las usuarias tengan una atención personalizada con el diagnostico facial y una crema que se adecúe a sus necesidades del momento. Por ello, realizando un análisis previo a cada piel, se pueden seleccionar las bases y los principios activos apropiados para cada una, así como su adecuada concentración. Además IDOSKIN con el conocimiento de la línea dermocosmética de IDOKI, es una línea de productos apta para pieles sensibles y con problemas.
No hay duda de que IDOKI se está estableciendo como un claro ejemplo de innovación en el mundo de la cosmética. ¿Es fácil emprender un negocio así en Bizkaia?
En Euskadi en general y en Bizkaia en particular no hemos tenido una tradición para este tipo de sectores, la gente que nos visita siempre termina diciéndonos lo mismo, “que gusto ver un negocio que no se base en el hierro”. Pero la base de IDOKI es la misma que la mayoría de sectores de Bizkaia, producto bien hecho, de calidad y con personas muy comprometidas con el proyecto.
Respecto a emprender en Bizkaia, nosotros estamos muy agradecidos al apoyo que hemos tenido tanto desde Gobierno Vasco con SPRI y sobre todo a la Diputación de Bizkaia, que tanto desde BEAZ del Parque Tecnológico de Bizkaia como Seed Capital Bizkaia nos han ayudado y siguen ayudando ofreciéndonos todo su apoyo, no sólo en relación a las ayudas o financiación, también con su actitud proactiva.
¿Qué te llevó a crear IDOKI?
IDOKI quiere decir extraer de raíz en euskera de iparralde. La creamos Iñaki Aramburu y yo. La constituimos a finales del 2006, con el objetivo de crear un proyecto en el que fuéramos capaces de hacer algo, producir algo que fuera sostenible y diferente a lo que hubiera en el mercado. Creo que lo hemos conseguido, lo difícil ahora es hacérselo ver al consumidor. Aunque a nosotros nos parezca un producto diferente lo importante es la percepción del consumidor.
¿Podrías destacar alguna situación delicada que hayas tenido que subsanar en la empresa, así como un aprendizaje que hayas obtenido de dicha situación?
Actualmente estamos viviendo una situación complicada, seguro que no cuento nada nuevo, la contracción del consumo nos afecta de pleno, y nosotros lanzamos el producto dermocosmético al mercado en el 2010, en plena crisis.
La situación del sector farmacéutico es muy complicada, los grandes laboratorios están buscando en la dermocosmética una vía de salida y el farmacéutico se encuentra en una situación delicada de gestionar entre las reducciones de margen del medicamento, y con la presión de todos los laboratorios.
Aunque para nosotros esto es una oportunidad, nuestro objetivo es que el farmacéutico nos vea como una marca nicho, sabemos que tiene que tener las grandes marcas en el lineal, pero queremos que apueste por IDOKI, sobre todo para diferenciarse del resto de farmacias, y de la gran distribución que cada vez abre más lineales de parafarmacia con las mismas grandes marcas.
Creemos que en este mercado globalizado y cada vez más estandarizado, el usuario busca cosas diferentes, por innovación, por local, por sentimiento, por natural, por calidad… y eso es IDOKI.